Su carrera se extiende a lo desprendido de tres décadas, ha trabajado con directores como Steven Spielberg o Ridley Scott, encima de suceder estado nominado a dos premios Oscar, pero Djimon Hounsou cree que los estudios de Hollywood todavía no le tienen en la consideración que merece. Y así lo ha hecho memorizar el actor de ¡Shazam! La furia de los dioses en una entrevista con The Guardian.
“Todavía sufro por intentar triunfar un dólar. He trabajado con personas que han tenido un salario mucho mejor que el mío y que han recibido muchos menos elogios que yo. Me siento engañado, tremendamente timado por la industria en términos de trabajo y de salario”, se lamentaba el actor que explicaba que siempre necesitaba disputar por conseguir un salario cabal.
Primer tráiler de ¡Shazam! La furia de los dioses
“Todavía tengo que demostrar que merezco el salario que merezco. Siempre me están ofreciendo mucho menos: ‘Solo tenemos esto para pagarte, pero nos encantas y creemos que puedes ofrecer mucho a este papel’… Película tras película. Es una lucha constante, todavía estoy por conocer el plan que me ofrezca un sueldo cabal”.
El postrer papel de Hounsou ha sido como el Mago que le da sus poderes a Billy Batson para que se convierta en el superhéroe Shazam. Un personaje que aparecía en la primera película, pero cuyo tiempo en pantalla se ha trillado extendido en esta secuela, La furia de los dioses que llegaba a los cines el pasado 17 de marzo.
Dos nominaciones a los Oscar pero siempre de secundario
Otra de las quejas de Hounsou es el hecho de que siempre se ha trillado subestimado por el hecho de trabajar con actores blancos más conocidos que él. El actor ha recordado cuando hizo su estreno en la película de Amistad de Spielberg por la que fue alabado en todo el mundo, pero la nominación al Oscar se la llevó su compañero Anthony Hopkins.
O cuando compartió el mismo tiempo de pantalla que Leonardo Dicaprio en Diamante de parentesco y este fue nominado a Mejor actor principal y para Djimon Hounsou fue la de actor secundario. “Ahora hablamos de que los Oscar son demasiado blancos pero memoria que en su momento no tuve ningún tipo de apoyo ni de la prensa, ni de mi familia, ni de la industria”.