Crítica de Los reyes del mundo, cruel relato de la desigualdad en Colombia ganadora de la Concha de Oro

Los Reyes del Mundo, nuevo largometraje de Laura Mora, directora de Matar a Jesús, se estrena en España tras ingresar la Concha de Oro en San Sebastián

La película refleja el costado más cruel de la sociedad, que margina a estos chicos de la calle, pero a la vez quiere mostrarnos un destello de esperanza incluso en los casos más extremos. Los chicos nunca dejan de creer en que podrán encontrar su área en la Tierra donde poder radicar en paz. ¿Pero es una quimera?

Los Reyes del Mundo acento de una contradicción en la que yo vivo instalada, y es que el mundo me parece una mierda, pero la vida me parece hermosa“, dice Mora en una entrevista Caimán. “Siento que esa celebración de la vida y esa condena del mundo están muy presentes“.

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Los Reyes Del Mundo – Trailer

Esa contradicción queda reflejada en una película que, sin entregarse a un realismo mágico que echaría por tierra su crudeza, sí exploración ser elegante y poética, muy cuidada estilísticamente.

Hay muchas escenas en las que los movimientos de cámara o la luz son protagonistas, en los que es la puesta en decorado es la que acento en área de los personajes. 

Aun así, la dirección de cámara o la música nunca es tramposa ni manipuladora, y acompaña perfectamente esta “road movie” que es una comparación evidente (un “éxodo a la tierra prometida”) salpicada de metáforas visuales recurrentes, pero que no distraen de la dura existencia de los chavales ni de las causas económicas y políticas que la provoca, pese a que no las aluda directamente.

Una road movie por Colombia en dirección a la tierra prometida

Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano no son hermanos de mortandad, pero comparten un vínculo aún más musculoso: están completamente solos, no tienen a nadie más que les cuide ni nadie quien replicar. 

De modo que viven yatagán en mano y actuando sin temer las consecuencias y solo entre ellos encuentran la seguridad y poco parecido al cariño para sobrevivir en las calles de Medellín.

Los cinco, por cierto, son actores no profesionales, que demuestran su naturaleza en sus conversaciones, las discusiones o las bromas que se hacen… que no vas a entender, por ello la película está subtitulada al castellano.

Uno de ellos, el veterano de 19 abriles, recibe una carta del gobierno: su abuela ha muerto y le ha herencia unas tierras supuestamente repatriadas por el estado

Aunque tengan que recorrer medio país y atravesar la floresta colombiana para conservarse a ellas, no lo dudan: la película pasa poco tiempo mostrando la vida de los chicos de la calle de Medellín para iniciar esta aventura de unos chicos que no tienen nadie más que fe.

En su delirio, como si fuera una representación de la vida misma, se encontrarán lo mejor y lo peor de la condición humana. Unas prostitutas les darán a estos chicos la calidez materno que la mayoría no ha conocido o ha olvidado ya. 

En su delirio igualmente encuentran violencia. No solo la más obvia, igualmente la violencia “invisible”, la indiferencia y desprecio del resto del mundo, que si no tienen fortuna, no les tratarán como personas.

Los Reyes del Mundo

Pero Los reyes del mundo no se para a explorar las razones de esa desigualdad, es poco que da por entendido, y en su área pone el foco en las consecuencias que el capitalismo y la explotación de la tierra tiene en las víctimas, y que quizás no comprendan el porqué.

En una, Mora explica que la película está cargada de símbolos que llegarán mejor al notorio local, como la bandera de Colombia ensangrentada o el escudo del país que dice “excarcelación y orden” tejido a mano.

Los Reyes del Mundo Laura Mora

Pero la película deja la impresión que, en su avidez de ser una comparación de la vida misma, se ha pequeño o apartado a un costado la carga de denuncia social que tenía su aludido trabajo semiautobiográfico, Matar a Jesús, para en su área contar una historia con tintes de parábola.

Ese punto de desconexión entre existencia y antojo se acentúa en la ingenuidad que demuestran los chavales en algunas escenas en dirección a el final de la película. 

Los reyes del mundo tiene un final muy claro para la intención poética de Mora de reverberar esa contradicción entre la belleza de la vida y el asco de mundo en que vivimos. Pero al final la pregunta que nos deja no es si podemos hacer poco para cambiarlo, sino simplemente si merece la pena contender por radicar en él.

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