Crítica de Luther: Cae la noche, el detective retorna más James Bond que Luther

No se acostumbran a tener grandes esperanzas en el momento en que una serie pasa a película. Ejemplos no faltan, mas en la mayor parte de ellos se puede ver algo evidente: acostumbran a ser una sombra del original, una historia normal alargada o un modo de rentabilizar a los seguidores a través de otra fórmula. El caso de esta novedad de Netflix encaja con el tópico.

Lo normal es que quien llegue a esta crítica ya conozca a Luther, el detective crepuscular que dio fama a un Idris Elba con el que muchos ya estaban familiarizados tras su aparición en The Wire. La obscuridad dominó la serie de 5 temporadas, tanto en el tono narrativo, como en los asesinatos que estudiaba o en un Londres lleno de callejones y riesgos.

Como acostumbra a ser regla, la serie fue bajando en calidad en sus diferentes temporadas, el protagonista metiéndose en líos y cuando acabó, sin cerrarse totalmente, ya parecía una fórmula agotada. No obstante, Netflix ha estrenado una película y acá tenemos el trailer:

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Tráiler de Luther: Cae la noche

Con la meta de captar los espectadores y dar a comprender el motivo por el cual nos hallamos frente a una película y no un capítulo más, existe un salto de presupuesto y ambición más que notorio. La historia se mueve de la ciudad de Londres a otros países, hay helicópteros, explotes, efectos singulares y instantes que podrían ser de una película de siete o Misión imposible.

Aunque asimismo es verdad que se aprecia la mano de Neil Cross tras el producto, el prosista que produjo la serie y que ha logrado que Luther y algún personaje no cambien en su formulación. En esto sí nos rencontramos frente a lo que aguardábamos al pulsar el play del mando.

Luther se vuelve más espectacular

Luther (2023)

La película empieza con Luther preso tras sus excesos como policía. El sistema le ha conducido a un averno en el que salir de su celda es jugarse la vida por el odio que le tienen los otros presos, si bien lleve la situación con solemne comportamiento.

Pero fuera de la prisión siguen los crímenes y alguien monta un increíble escenario con cuerpos ahorcados de desaparecidos a lo largo de diferentes años, los familiares de estos presentes tras falsas llamadas de socorro, un incendio, nuevas tecnologías… En suma, un curioso averno en la tierra.

Este asesino de muy, muy alto poder adquisitivo coacciona hasta donde haga falta a todo género de víctimas tras advertir cuáles son los puntos frágiles que tienen merced a la tecnología: altífonos inteligentes, navegación por la red, cámaras caseras… Si bien apuntamos que se separa de la frecuente oratoria demagoga de estas situaciones, solo es un factor más de la narración.

Como era de aguardar, los caminos de Luther y el asesino se cruzan, además de esto por dos motivos, y el detective consigue huir de la prisión tras provocar un violento motín que es rodado de una manera cuanto menos increíble.

Llegados a este punto se debe comprender que nos hallamos frente a un largo en el que la verosimilitud no es lo esencial, solo la investigación y la acción, y hay más de lo segundo que de lo primero. Si bien se pague un alto costo.

No es el Luther aguardado, mas Idris Elba ha conseguido ser 007

Hace meses que se terminaron los planes del actor por encarnar a James Bond, mas esta película muestra que podría haberlo sido. Tiroteos, explotes, un personaje atrayente y, de qué manera no, mucho carácter, no abandonan el metraje de ciento veintinueve minutos de Luther: Cae la noche.

Aunque sostiene cierta herencia de la serie, el abandono del Londres más patológico es uno de los costos a abonar. La serie funcionaba bien sobre todo por el hecho de que el contexto tenía una relevancia que los autores sostenían con mimo, las sombras eran tan valiosas como los diálogos, mas acá se ha perdido.

La historia de Luther, no el personaje, abandona su identidad y este podría ser reemplazado por cualquier otro héroe de acción. Tal vez sea un intento por migrar cara otra fórmula, mas por el camino se deja atrás a los apasionados y, lo que es peor, se convierte en un producto sin demasiado interés que no satisfará tampoco a los que lleguen de nuevas.

A esto hay que sumar un metraje tan excesivo que se llena de avatares y al que le sobran minutos. Si bien es verdad que ciertas incógnitas sostienen la curiosidad del espectador hasta el último tercio.

Si bien la integración de nuevos personajes no daña a la historia, ciertos instantes maniqueos sí quitan profundidad al alegato y solo queda la opción de dejarse llevar hasta un final que en cierta forma es congruente con todo lo contado y que, como es lógico, abre la puerta a extender este cosmos.

En terminante, Luther: Cae la noche es una película que no persuade demasiado y se va a olvidar pronto, mas que entretiene cuando se abandonan las esperanzas de que sea continuista con las virtudes de la serie original.

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