Seamos honestos, cuando supimos que brincaría a la enorme pantalla una nueva película de Dungeons & Dragons, nos echamos a tremer.
Quedaba en nuestra memoria un resquicio de la vil versión del año dos mil con Jeremy Irons que no nos hemos osado ni a revisitar y que tuvo una secuela en dos mil cinco titulada Dungeons & Dragons: Wrath of the Dragon God de la que absolutamente nadie recuerda. Además de la TV movie Dungeons & Dragons: The Book of Vile Darkness de dos mil doce.
Más fuerte aún late aún el recuerdo de la serie de animación de los años ochenta que nos hizo cantar su canción a lo largo de años: “Dragones y mazmorras, un planeta infernal. Se esconden en las sombras las fuerzas del mal”. Se ocuparon del pegadizo tema los miembros de Los dulces, hijos de Los demonios, en una década en el que los conjuntos infantiles partían la pana en este país.
Tráiler internacional de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones
Pero si nos ponemos a hacer la moviola, debemos retrotraernos aún una década más atrás en el tiempo para charlar del origen de todo: el juego de rol de fantasía heroica que nació en mil novecientos setenta y cuatro en USA. Fue desarrollado por Gary Gygax y Dave Ameson y publicado por una compañía que pertenecía a TSR (Tactical Studies Rules).
Su relevancia es capital para entender los juegos de rol modernos pues su lanzamiento supuso un puente entre los juegos de tablero diseñados a golpe de papel, lapicero y dados y la presente industria que conocemos hoy.
El periplo recorrido por la firma ha sido larguísimo, mas con ciertos jalones esenciales para entender el origen de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. Wizards of the Coast, que tenía la titularidad de la IP, pasó a manos de Hasbro en mil novecientos noventa y nueve y en dos mil diecinueve esta fue adquirida por eOne Entertainment, cuya área de distribución cerró en España en dos mil veintidos.
La productora, sin embargo alcanzó un acuerdo con Paramount Pictures que ha tolerado el lanzamiento de la película con la vocación de comenzar un nuevo cosmos cinematográfico. Y la jugada inicial les ha salido realmente bien.
A pesar de sus algo largos ciento treinta y cinco minutos de duración ofrece justo lo que el público puede buscar en ella: entretenimiento simpático, algo de humor absurdo, hechizos, criaturas, desafíos y aventuras.
Vistazo tras las cámaras de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones, la película sobre el juego de rol
Sus fortalezas se encuentran en un guion respetuoso con el material de origen, un reparto atractivo dirigido por Chris Pine y Michelle Rodriguez y un sentido del humor cercano a las aventuras de los 90 que le sienta realmente bien y nos trae a la cabeza otras obras con las que comparte espíritu.
Si Gygax en su día aspiraba a crear un cosmos ficcional tan grande y unido como el de Star Wars o Indiana Jones el espejo en el que se miran hoy los directores Jonathan Goldstein y John Francis Daley es el de Marvel, por razones evidentes. Tengamos presente que, pese al declive paulatino por eso que llaman “cansancio por saturación”, han generado una línea de negocio muy suculenta.
La idea que hay tras esta película, que cuenta con un guion escrito por los directivos en cooperación con Michael Gilio basándose en una historia de Gilio y Michael McKay es recrear una partida de rol. Este último ha probado tener un incuestionable olfato para el espectáculo dirigiendo cintas como La guerra del mañana y teniendo en cartera proyectos como Renfield y Jonny Quest.
Lo mejor es que no hace falta ser un especialista rolero ni el “amo del calabozo” para gozarla, por el hecho de que está pensada como un blockbuster muy accesible al mundo entero, si bien con guiños de todo género que mejoran la experiencia para quien está familiarizado con la mitología: nombres, personajes, lugares, situaciones…
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Pósteres de Dungeons & Dragons Honor entre ladrones (6 imágenes)
Pon en tu vida un tanto de fantasía
Pero, ¿de qué va la película? El razonamiento de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones equilibra realmente bien drama, comedia y acción. Nos presenta a un Chris Pine que interpreta a Edgin, un cojo ladrón que debió dejar atrás a su hija cuando fue cogido con las manos en la masa dando un golpe y encerrado en cárcel.
Años después decide escaparse y regresar a su lado, mas la joven Kira está bajo la protección de Forge, el que fuera su compinche si bien ahora su ambición lo ha llevado a lo más alto de la cadena trófica del poder.
Junto a él una misteriosa hechicera Sofina se va a transformar en un cefalea para Edgin, su leal amiga Holga y otros colegas que se les van a ir uniendo por el camino y van a concluir poniendo su talento (y sus ganas de progresar) al servicio de una noble causa.
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Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones – Galería de imágenes (7 imágenes)
A pesar de sus imperfecciones, que las tiene, Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones tiene un halo de magia que la hace muy especial. Subvierte la tónica de la autoconsciencia, que se ya hace hasta insistente o la permanente necesidad de lanzarle cebos al espectador con cliffhangers, secuencias postcréditos o desvaríos de grandiosidad que en ocasiones se quedan en nada
¡Hemos perdido ya la cuenta de los planes para el futuro truncados de las películas de superhéroes, por poner un ejemplo!
Ofrece una jubilosa experiencia de visionado con alguna incursión hilarante (los personajes interpretados por Regé-Jean Page y Bradley Cooper son la risa). La película tiene valor por sí sola, mas a su vez asienta una buena base de cara al futuro por el hecho de que logra que le cojamos cariño este conjunto de héroes en construcción que en ocasiones aciertan y en ocasiones fallan.
En su honradez radica una de las grandes claves de Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones por el hecho de que no pretende ser lo que no es… fuera doctrinas, tramas metidas con calzador y intenciones altilocuentes y dentro diversión, amistad, proezas y fantasía irreprimible. ¡Estamos dentro!