Stephen King perdió una novela que consiguió hallar tiempo después, mas jamás la ha publicado

Dentro de los prosistas más consagrados está Stephen King, considerado por sus entusiastas como el rey del terror y suspense en la que la mayoría de su obra ha sido amoldada en películas y series.

Con más de sesenta novelas y doscientos relatos publicados, el escritor cuenta con un elevado número de series y películas basadas en sus obras, con grandes títulos para rememorar como El resplandor, It o Carrie, por refererir ciertos ejemplos.

Son tantas las obras escritas que es entendible que ciertos relatos efectuados por Stephen King no hayan salido a la luz y forme una parte de su lista de libros nuevos.

Sin embargo, hay un libro específicamente que resalta en especial por el hecho de que lo perdió, lo halló tiempo después y jamás lo llegó a publicar.

The Cannibals, el libro que Stephen King perdió, halló y no publicó nunca

Esta novela nueva de King está relacionada con una de sus obras más populares, La bóveda, la que publicó en el año dos mil nueve.

El escritor explicó en su instante que trató de redactar La bóveda en el año mil novecientos setenta y dos, mas su manuscrito se perdió. Una década después efectuó su segundo intento, esta vez bajo el título The Cannibals. Su trama prosigue a un conjunto de personas atrapadas en un edificio de pisos que acaban comiéndose unos a otros.

Este nuevo intento se efectuó a lo largo del rodaje de Creepshow, ya que se inspiró en el “deprimente complejo de pisos suburbano” en el que se hospedaba. Escribió en torno a quinientos páginas, mas se “encontró con un obstáculo” y aceptó que el manuscrito se había perdido, solo para hallarlo en dos mil nueve, si bien con ciertas páginas desaparecidas.

Después de hallar el manuscrito, en sitio de concluirlo para poder publicarlo, Stephen King lo reelaboró ​​y lo transformó en La cúpula. Aunque jamás publicó The Cannibals como tal y pasó a ser parte de las novelas nuevas del autor, King sí llegó a compartir sus primeras sesenta páginas como “un temtempié de La bóveda”. Algo es algo.

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