Hollywood tiene ciertas rivalidades legendarias entre ciertas de sus estrellas de mayor renombre. No obstante, la enemistad brutal entre Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone es una cosa que está a niveles que absolutamente nadie ha intentado recrear.
Stallone es muy conocido por su faceta como actor de acción con tintes trágicos, y por haber creado franquicias como Rocky, incluyendo los guiones. Schwarzenegger ha sido culturista de fama universal, actor, Gobernante de California y afirman que hace unas magdalenas que te hacen tocar el cielo (esto último es gracieta, o no).
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Y es que la rivalidad entre estas dos estrellas es comparable a la de Ryan Reynolds y Hugh Jackman, sin el beneficio de que los dos son, realmente, grandes amigos.
Schwarzenegger y Stallone se detestaron a lo largo de prácticamente una cuarta parte de siglo, sin exageraciones. Ninguno de los dos actores ha negado que profesaba un odio visceral cara el otro desde su primer encuentro en la gala de los Globos de Oro de 1977.
En aquella gala, Sylvester Stallone estaba nominado al Mejor Actor por su papel en Rocky, si bien ganó Peter Finch por Un planeta inexorable. Por su lado, Arnold Schwarzenegger se llevó el premio a la Nueva Estrella del Año por Músculos de Acero.
Durante el acontecimiento, una burla del actor austriaco cara la estrella de Rocky por haber perdido, habría provocado que Stallone le lanzase un jarro con flores. Poco después, Sly aseveró, sin cortarse un pelo, que “hasta sus ADN se detestaron desde ese momento“.
Los ochenta y 90: Guerra abierta
No hay película de acción de los ochenta y los noventa que contara con Schwarzenegger o Stallone, en la que los dos no procurasen superar o, de manera directa, burlarse del otro.
El puro músculo de Arnold Schwarzenegger, fruto de sus años practicando y compitiendo en culturismo, lo transformó en un actor más que capaz para papeles icónicos como Terminator o Conan el Bárbaro.
Sylvester Stallone, por su lado, tuvo grabes legendarios como Acorralado, además de continuarse con su saga de Rocky como uno de los pugilistas más conocidos del séptimo arte.
Sin embargo, el genuino pique se sucedía continuamente fuera de los sets de rodaje. Los desplantes entre las dos estrellas, pues las dos partes promovieron esta situación, promovían más la ilustre enemistad.
Stallone aun llegó a tildar a Schwarzenegger de simpatizante en secreto de la ideología nazi y recordó en público que el padre del actor, Gustav Schwarzenegger, fue miembro voluntario del Partido Nacional Socialista de Austria.
Su lucha eterna no se limitaba a ellos dos, ya que Stallone se casó en mil novecientos ochenta y cinco con la que sería su coprotagonista en Cobra, el brazo fuerte de la ley y Rocky IV —y su segunda esposa—, Brigitte Nielsen, quien se afirmaba que sostuvo un romance con Schwarzenegger a lo largo del rodaje de El guerrero rojo, donde interpretó a Red Sonja.
El austriaco aprovechó para burlarse y decir que al fin se la había quitado de encima, ya que “era demasiado poco para alguien como él“, que ya llevaba múltiples años de noviazgo con Maria Shriver.

La jugada profesora de Arnold Schwarzenegger, sin embargo, fue cuando le encasquetó a Stallone la película ¡Alto! O mi madre dispara. El actor vio en el guion la ocasión de endilgarle un descalabro a su contrincante y filtró que estaba interesado en hacer la película.
Stallone se hizo con el papel de forma inocente y, ciertamente, el filme hizo aguas en taquilla de manera escandalosa. Arnie no se ocultó y se vanaglorió de aquella jugada.
Testigos de sus piques son películas como Los gemelos golpean un par de veces, Tango y Cash o El último gran héroe tienen en su metraje ciertas fanfarronadas o burlas entre las dos estrellas, y ya os afirmamos que, si bien semejan “de buen rollo” como son las de Ryan Reynolds y Hugh Jackman, no lo eran.
Con el nuevo milenio, llegó la paz
La década de dos mil vio a los dos sepultar el hacha de guerra. Sylvester Stallone proseguía activo, si bien su carrera comenzó a ser menos popular entre el público. Mientras, Arnold Schwarzenegger se transformó en Gobernante de California en dos mil tres, y estuvo 8 años en el cargo.
Sly llegó a donar quince dólares americanos a la campaña de reelección de su viejo archienemigo y Schwarzenegger acostumbraba a invitar a la estrella de Rocky a inauguraciones por todo el estado.
Ambos acabaría cooperando en la saga de Los mercenarios, creada por Sylvester Stallone, como en la película Plan de escape.
Sin embargo, tanto para quienes lo vivieron para quienes adoran las anécdotas del Séptimo Arte, es bastante difícil olvidar aquellos prácticamente veinticinco años de odio irracional entre dos de las estrellas más grandes del cine de acción. Schwarzenegger y Stallone nos dieron la mejor y la peor cara del cine.