El doce de mayo de dos mil veintitres va a salir en venta The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom para Nintendo Switch. La secuela de uno de los juegos que más han innovado en la industria por su planeta abierto y exploración no lineal. La verdad es que múltiples entregas de esta saga han marcado de una manera u otra el ámbito. Revisar la historia tras The Legend of Zelda significa charlar sobre parte de la historia de los juegos. Por ese motivo, es recomendable charlar de esta franquicia para conocer más sobre la industria y comprobar cuáles fueron esos títulos que aportaron algo a la industria.
The Legend of Zelda (mil novecientos ochenta y seis)
The Legend of Zelda estrenó su primer juego el veintiuno de febrero de mil novecientos ochenta y seis para la Nintendo NES. Fue desarrollado por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka. En esta primera entrega se atrevieron a hacer un juego con razonamiento no lineal, pudiendo pasar de un escenario a otro y siendo uno de los primeros juegos de planeta abierto de aquel entonces. Para la temporada fue realmente revolucionario.
Era posible explorar el planeta a nuestro ritmo. Esto para cualquier jugador supone una experiencia imborrable y marca lo que es la esencia de la saga: vivir tu aventura. Fue un éxito y tuvo más de un millón de copias vendidas exactamente el mismo año de lanzamiento, algo que en aquella temporada era excepcional.
Obviamente hay otros aspectos no tan técnicos que lograron llamar la atención. Esa sensación de aventura no solo está en esa exploración, sino más bien en los secretos y detalles que el juego incluía. No es suficiente con crear un planeta grande.
La prensa de juegos no tardó en clasificar The Legend of Zelda (mil novecientos ochenta y seis) como uno de los juegos más influyentes del ámbito. Y no se confundían. La saga fue un caso de de qué forma hay que hacer un juego así. Además de esto, fue el primer juego en incorporar un cartucho para guardar la partida.
Zelda: A Enlace to the Past (mil novecientos noventa y uno)
The Legend of Zelda: A Enlace to the Past llegó el veintiuno de noviembre de mil novecientos noventa y uno a la Super Nintendo. Un juego que sentaría las bases de los juegos de aventuras. La interacción del jugador con el planeta era innovador: recortar yerba, paredes que se pueden destruir si escuchas un sonido en concreto al pegar, levantar una piedra para descubrir qué hay debajo, etc. Introducía cosas que animaban más a la exploración y hacían que el jugador se sintiese satisfecho por haberlo descubierto.
Juegos como Tunic, que meridianamente es un homenaje a la saga, consiguen trasladar esa magia y sensación por la aventura de esta manera.
Zelda: Ocarina of Time (mil novecientos noventa y ocho)
A finales de mil novecientos noventa y ocho salió Zelda: Ocarina of Time para Nintendo 64, otra entrega que revolucionaría la industria de los juegos y que asimismo sería recordada como uno de los juegos más influyentes. Pasaron los años y hubo novedades técnicas que dejaban prosperar de manera notable la idea inicial de lo que era la saga: lograr trasmitir esa sensación de aventura.
No solo supuso una mejora en los gráficos y en el diseño de las mazmorras, tuvieron ideas que impactaron en el ámbito. Merced al paso del 3D, debieron imaginar en de qué forma mudar la manera de jugar a The Legend of Zelda. Por poner un ejemplo, llegaron a meditar en hacer Ocarina of Time en primera persona y que cambiase a una perspectiva lateral cuando apareciese algún oponente, si bien desecharon esa idea. Aun así, el genuino paso al 3D en Nintendo fue con Super Mario sesenta y cuatro, y para hacer este título de Zelda aprendieron del juego de Mario.
Sin embargo, no es exactamente lo mismo hacer un juego de plataformas de Mario que uno de aventuras como Zelda donde nos encaramos contra monstruos con espada y escudo. Esto lo resolverían con una mecánica que sirvió de inspiración a juegos posteriores: el apuntado manual. Así, se podía fijar una meta mientras que te movías a su alrededor.
Zelda: Breath of the Wild (dos mil diecisiete)
Ya en dos mil diecisiete se estrenó The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Nintendo Switch y Wii U. Un lanzamiento que vino a revolucionar el planeta abierto y su exploración no lineal. Acá podemos ir por donde deseemos y llevar nuestro progreso de la manera que nos dé la gana: lo que se afirma vivir tu aventura, mas de veras. Además de esto, todo cuanto está en nuestro entrecierro nos afecta a nosotros como jugador. Además, este juego te invita a explorar por tu cuenta sin decirte dónde debes ir. Y no es exactamente un planeta abierto vacío, ya que está repleto de cosas por ver y explorar.
¡Y todo es explorable! Cualquier cosa que veamos en la distancia, podemos ir y hasta escalar para poder llegar. Aparte de todas y cada una de las posibilidades que nos ofrecía para jugar con este entrecierro que satisfacen nuestro sentimiento por la aventura: meditar en de qué forma llegar a un lugar, ver algo e ir por pura curiosidad, etc. Esto sin que en ningún instante nos afirmen dónde debemos ir.
Ahora va a tocar aguardar hasta el doce de mayo de dos mil veintitres para revisar si Zelda: Tears of the Kingdom renovará de alguna forma en la exploración vertical o si lo mejorará. Por el momento, Nintendo ha sabido no contar demasiado de lo que se viene con esta próxima entrega de Zelda a pesar de su tráiler y avances.
¿De qué manera ha logrado sostenerse en pie con el tiempo?
Todo lo citado previamente es lo que la saga de The Legend of Zelda ha intentado prosperar y mejorar a lo largo del tiempo para trasmitirnos ese sentimiento de aventura. Y cada uno de ellos de sus títulos ha disfrutado de una buena calidad en muchos aspectos, singularmente ha sabido resaltar en su jugabilidad y hasta en su banda sonora. Si bien siempre y en todo momento han mantenido su esencia, han sabido mudar, crear y probar de diferentes formas, aun en el diseño artístico. En ocasiones con un tono más obscuro, otras con un estilo más realista y otras veces con un diseño cartoon.
Mantener la esencia y, a la vez, mudar y mejorar detalles es la clave del éxito de esta saga tan querida.