Documental dirigido por Paula Labordeta y Gaizka Urresti.
Estreno veintitres de septiembre.

Se estrena el reportaje dirigido de forma conjunta por Paula Labordeta y Gaizka Urresti, “Labordeta, un hombre sin más”. Fue hace precisamente 12 años, un lejano diecinueve Septiembre de dos mil diez, cuando más de cincuenta personas fueron a despedir en el palacio de la Aljafería de Zaragoza a Labordeta. Un maestro de instituto, versista, cantautor, escritor, ensayista, comunicador y en los últimos tiempos político. Un reportaje que nos enseña al hombre que desborda a la persona para transformarse en una historia de leyenda que encarna la voz de los desfavorecidos, de las minorías, de la España vaciada, y singularmente de su tierra, Aragón. 12 años tras su pérdida, es el instante de mirar atrás para conocer a José Antonio la persona, el “abuelo”, el padre y el esposo mediante su mujer, sus hijas y sus nietas. Sus recuerdos a través de la lectura de un diario personal encontrado entre la documentación de la Fundación, nos desvela su lado más íntimo, el de un hombre sin más.
A nivel personal, con independencia de mi papel de critico de cine, esta vez no puedo olvidar los instantes compartidos con José Antonio, cuando prologó y presentó mi libro con total esplendidez para quien comenzaba a redactar, o en el momento en que una de tantas tardes en el Congreso, discutimos entre los compañeros sobre la conveniencia de crear el Premio Aragoneses en Madrid, que este año ha festejado ya su XVI edición. Labordeta era así, con una proximidad sensible que dejaba huella.
Con una duración de poco más de noventa minutos, que se hacen cortos merced al atinado montaje, con un ritmo formidablemente diligente y emotivo al rememorar los instantes de una vida marcada de referentes sociales, culturales y políticos de gran influencia mediática. Singularmente emotivo es el instante en que Labordeta lee en el Congreso de los Miembros del Congreso de los Diputados, un poema de su hermano Miguel contra la guerra, con motivo del ataque a Irak por la parte de EE.UU. y sus aliados, entre aquéllos que el Presidente Aznar figuraba en primera fila. El día del preestreno el publico reventó en aplausos. Y no fue el único instante.
Por medio de la lectura del diario encontrado, las voces de su mujer Juana, sus hijas y nietas, nos hacen rememorar los instantes clave de una vida interior ignota para todos los que lo veían únicamente mediante sus actos públicos, ya fuera como vocalista, escritor, político o por sus programas de T.V.. Al finalizar, el publico puesto en pie a lo largo de más de veinte minutos desde los títulos de crédito, deseó rendir homenaje hacia él y su familia, que no vamos a olvidar los que tuvimos la fortuna de conocerle. En suma, un trabajo de visión obligada, no solo para los aragoneses, que lógicamente, sino más bien para todos aquellos personas que se vieron reflejados en sus poemas y en sus canciones. Así nos lo contaba un enorme amigo suyo, J. Maria Alemany, que ocurrió en una comunidad de América Central. Una genial ocasión de conocer puesto que en profundidad, a José Antonio la persona, débil por la situación de su tierra, el abandono de los pueblos de Aragón, el olvido de sus habitantes obligados a la emigración, por los olvidados de las guerras … mediante poemas y canciones imborrables, y que nos dejó un recuerdo indeleble. No dejéis de verlo.
