Desde la demanda hasta la pérdida de patrocinadores

Hace unas semanas, el Departamento de Residencia y Empleo Justo de California presentó una demanda contra Activision Blizzard por «violaciones de los derechos civiles del estado y las leyes de igualdad salarial» relacionadas con el trato que dan a las mujeres. El documento, que resume el resultado de un par de años de investigación, resalta la famosa «bro culture» (comportamiento afín al de una hermandad universitaria) que domina en la compañía y la relaciona de manera directa con un «constante abuso a las empleadas que incluye rozamientos de clase sexual, comentarios y avances no deseados». Asimismo refleja que las mujeres del estudio reciben una peor retribución por exactamente el mismo trabajo y que ascienden más de manera lenta que .
Estas acusaciones contra la compañía estadounidense han dinamitado la prensa de juegos con incesantes noticias sobre declaraciones de sus líderes, gente dejando la compañía y entrevistas con trabajadoras actuales y viejas que han hablado sobre sus malas experiencias en la cultura laboral de Activision Blizzard.
Las experiencias de las empleadas de Activision Blizzard (este punto trata casos de abuso sexual de forma explícita)
Son muchas las historias para no dormir que han salido desde el instante en que se ha hecho pública la demanda. Una semana después, Tony Ray Nixon, uno de los empleados de la compañía, se declaró culpable de poner una cámara en el baño de mujeres bajo el grifo, de manera que «apuntara al inodoro». Conforme documentos judiciales, la policía se enteró de que Activision Blizzard tenía un inconveniente en el momento en que un empleado masculino se presentó en el vestíbulo del departamento de policía el veintitres de agosto de dos mil dieciocho. El empleado, que se muestra como anónimo en los documentos judiciales, «declaró que recibió un mail de Recursos Humanos en el que se le notificaba que se había instalado un dispositivo de monitoreo no autorizado en los baños unisex y que Activision hacía una investigación interna».
Otro documental desde IGN descubrió asimismo información sobre otros comportamientos de abuso y acoso por la parte de los empleados de la compañía. Las mujeres acostumbraban a eludir los acontecimientos de Blizzard que tenían bebidas alcohólicas por el medio por el hecho de que fueron sometidas «toques inadecuados en el área del pecho», lo que terminó resultando en una restricción de 2 bebidas en estos acontecimientos de la compañía desde dos mil dieciocho. Asimismo descubrieron que, en una habitación de las oficinas dedicada a fin de que las madres amamantaran a sus bebés, «los hombres entraban a la sala de amamantamiento y no había forma de cerrar la puerta, sencillamente miraban y las mujeres debían chillarles que se fueran». Esto terminó resultando asimismo en que tuviesen que poner cerraduras en las puertas (unas soluciones que, obviamente, no arreglaban los inconvenientes estructurales de la compañía).
Otro de los mayores casos que han salido es el de la «Suite Cosby». Alex Afrasiabi, uno de los 2 nombres mentados de manera directa en la demanda (el otro fue el hasta hace algunos días presidente de Blizzard, J. Allen Brack) y que ha trabajado desde dos mil cuatro en WoW, es el trabajador de la compañía que cometió los abusos de este caso. «Durante un acontecimiento de la compañía Afrasiabi golpeaba a las empleadas, les afirmaba que deseaba casarse con ellas, procuraba besarlas y las abrazaba», afirma la demanda. «Afrasiabi era tan conocido por participar en el acoso de mujeres que su suite fue apodada como «Suite Cosby» en honor al supuesto violador Bill Cosby». No obstante, como cuentan en Kotaku, esto era más que un apodo o bien una broma: conforme las imágenes y mensajes que Afrasiabi publicó en su Fb, era un sitio de asamblea lleno de alcohol donde muchos empleados, incluyendo el propio Afrasiabi, posaban con un retrato real de Bill Cosby mientras que sonreían, en señal de admiración por un hombre condenado por violación.
Recientemente, Jason Schreier, quien ha estado cubriendo activamente este caso a lo largo de las últimas semanas, ha tenido la ocasión de charlar con más de cincuenta empleadas actuales y precedentes en una entrevista donde cuentan de qué forma la compañía promovió el abuso sexual, las estrellas de rock intocables y la discriminación flagrante de manera sistemática. Podéis leer aquí el artículo completo.
A partir de acá y con el contexto encima de la mesa de las actitudes tóxicas en Activision Blizzard, toca contar los hechos que se desencadenaron en la compañía desde la demanda interpuesta por el Departamento de Empleo de California:
La contestación de Activision Blizzard a la demanda
Aunque en un comienzo se sostuvieron en silencio tras percibir la demanda, la primera contestación llegó dos días tras la mano de Frances Townsend, directiva de comunicación de Activision Blizzard, que describió estas acusaciones como «objetivamente incorrectas y que cuentan historias que están fuera de contexto», mediante un correo electrónico en representación de la ejecutiva. Townsend insistía en que la demanda presenta una «imagen distorsionada y falsa» de la compañía y que ciertos sucesos que se mentaban sucedieron «hace una década». Tiempo después hemos sabido que, exactamente el mismo día que escribió este correo y tuvo una llamada para oír las historias de sus empleadas, Townsend abandonó la Women’s Network de Activision Blizzard, la red de mujeres de la compañía.
A las contestaciones asimismo se unió la de Mike Morhaime, cofundador de Blizzard y exdirector ejecutivo de la compañía (en Dreamhaven desde septiembre de dos mil veinte), que declaraba estar «avergonzado» por la situación, dando a comprender que no tenía conocimiento sobre los hechos que se mientan. «Siento tal y como si todo cuanto creía que defendía se hubiese borrado. Y lo que es peor, personas reales han sido dañadas y ciertas mujeres han tenido experiencias horribles. Estuve en Blizzard durante veintiocho años y, a lo largo de ese tiempo, me esmeré mucho por crear un ambiente que fuera seguro y agradable para personas de todos y cada uno de los géneros y procedencias», afirmaba Morhaime. Asimismo aprovechó para mentar el esencial papel que tienen los grandes nombres de la industria en el momento de hacer en frente de estos problemas: «Quería agradecer a las mujeres que tuvieron experiencias terribles. Os escucho, os creo y lamento haberos defraudado. Deseo oír vuestras historias, si estáis prestas a compartirlas. Como líder en nuestra industria, puedo y emplearé mi repercusión para asistir a impulsar un cambio positivo y combatir la misoginia, la discriminación y el acoso toda vez que pueda».
Probablemente después de lo debido, si bien solo fuesen 3 días tras la demanda, llegó la contestación de J. Allen Brack, el que en ese instante era el presidente de la compañía, asimismo a través de un correo electrónico filtrado por Forbes. En él declaraba que la «bro culture» es una cosa que odia, y que las acusaciones son «extremadamente preocupantes». Asimismo dejaba claro que le parecía «inaceptable» que cualquier persona de la compañía se enfrente a la discriminación o bien el acoso y que todos deben sentirse seguros trabajando con la compañía. Como en el resto de casos, el presidente daba a comprender que no tenía conocimiento de que los hechos que se mientan en la demanda estuviesen sucediendo, y no se habla claro de empezar a efectuar cambios para alterar las activas de la compañía.
Miles de empleados firman una solicitud condenando la contestación de Activision Blizzard y empiezan una huelga
Ante la contestación de Frances Townsend, muchos de los empleados de la compañía la sintieron como «aborrecible y también insultante», y decidieron firmar una petición cara Activision Blizzard. La carta se firmó durante más de dos.000 trabajadores (tanto actuales como precedentes, lo que implica más del veinte% de los nueve mil quinientos que la compañía tenía a fines del año pasado) como muestra de rechazo a la situación de la compañía en frente de la demanda, y muchos de ellos asimismo tomaron parte señalando a la compañía mediante sus redes sociales.
«Apoyamos a nuestros amigos, compañeros de equipo y colegas, como a los miembros de nuestra comunidad dedicada, que han experimentado maltrato o bien acoso de cualquier clase. No vamos a ser silenciados, no nos sostendremos al lado y no nos vamos a dar por vencidos hasta el momento en que la compañía que amamos sea un sitio de trabajo del que todos podamos sentirnos orgullosos de formar parte de nuevo. Seremos el cambio», afirmaba la carta.
Dos días después, los trabajadores de Activision Blizzard se dispusieron a tomar medidas directas. El miércoles veintiocho de julio, cientos y cientos de empleados realizaron una huelga y decidieron hacer una manifestación en frente de la sede primordial de la compañía en Irvine, California, en contestación a la mala administración en frente de las acusaciones por abuso sexual. No obstante, como señalan desde Bloomberg, Blizzard afirmó que proseguiría retribuyendo a los empleados a lo largo de la huelga, lo que en cierta manera limita a los protestantes en su intento de queja al estar apoyado por la propia empresa.

Las contestaciones a la demanda por la parte de otras compañías
Las acusaciones contra Activision Blizzard avivaron asimismo el caso de Ubisoft, y es que un año ya antes una investigación destapó cientos de casos de acoso en la compañía. En mayo de este año, Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, explicó de qué forma había alterado la cultura de empresa frente a los comportamientos tóxicos que se daban en el entorno de trabajo, mas muchos empleados no sienten que la compañía verdaderamente hubiese alterado desde el verano pasado, pues las activas que llevaron a las situaciones de acoso se proseguían sosteniendo. Por esta razón, y aprovechando que los empleados de Blizzard asimismo lo hicieron, quinientos trabajadores de Ubisoft decidieron firmar una carta en demanda de las «promesas vacías» de su empresa y en solidaridad con los perjudicados por Activision Blizzard, poco una vez que el sindicato francés Solidaires Informatique interpusiera una demanda contra Ubisoft por «acoso sexual institucional», señalando de manera directa a Guillemot.
«Os escuchamos y deseamos declarar nuestra solidaridad con vosotros. A lo largo de la última semana, la industria de los juegos ha sido sacudida por revelaciones que demasiados de nosotros ya sabíamos desde hace mucho. Revelaciones que, hace un año, muchos escuchabais sobre Ubisoft. Está claro, por la frecuencia de estos informes, que hay una cultura desmesurada muy de manera profunda arraigada en la industria. No habría de ser una sorpresa para nadie: los empleados, ejecutivos, cronistas o bien fanes que han efectuado estos horribles actos prosiguen adelante. Es el instante de dejar de sorprendernos. Debemos demandar que se tomen medidas reales para prevenirlos», afirmaba la carta de los empleados.
A Strauss Zenick, CEO de Take-Two Interactive, asimismo se le preguntó por el caso de Activision Blizzard a lo largo de la presentación de los resultados del primer trimestre del año fiscal dos mil veintidos. «Nuestra estrategia más segura siempre y en toda circunstancia ha sido ser la compañía más creativa, más renovadora y más eficaz del negocio. La diversidad es clave para nuestro éxito y precisamos tener diferentes perspectivas y diferentes voces para poder crear esa cualidad», decía Zelnick. «En nuestra empresa no toleraremos el acoso, la discriminación o bien el mal comportamiento de ningún género. Nunca lo hemos hecho». No sé de qué forma lo va a ver Zelnick, mas es bien sabido el caso de la cultura del crunch en su subsidiaria Rockstar Games, y es que a lo largo del desarrollo de Red Dead Redemption dos se llegaron a realizar semanas de más de cien horas de trabajo por la parte de los empleados.
El presidente y el jefe de RR.HH. de Blizzard dejan la empresa
A principios del mes de agosto, dos semanas una vez que se interpusiese la demanda, hubo 2 esenciales salidas en la compañía. La primera y más esencial es la del presidente de Blizzard, J. Allen Brack, que conforme el comunicado oficial de la compañía por la parte de Daniel Allegre, dejaba su cargo para «buscar nuevas oportunidades» en la mitad de todas y cada una de las polémicas con Activision Blizzard y tras declararse ignorante de todos y cada uno de los casos de acoso sistemático. Esta marcha resultó en el nombramiento de Jen Oneal (exdirectora de Vicarius Visions) y Mike Ybarra (vicepresidente de Xbox hasta dos mil diecinueve) como nuevos colíderes, y para Allegre son los indicados para «asegurarse de que Blizzard es el sitio de trabajo más seguro y agradable para mujeres y gente de cualquiera género, etnia, orientación sexual o bien trasfondo».
El mismo día se confirmó asimismo la marcha de Jesse Meschuk, que ostentaba el cargo más esencial en el departamento de Recursos Humanos de la compañía tras doce años trabajando en ella. Conforme un informe publicado por Axios, esta división había ayudado a encubrir los casos de acoso y comportamientos tóxicos en los puestos, y «socavado» las protestas de los empleados.
Las consecuencias directas de la demanda
En primer sitio, Activision Blizzard debió enfrentarse a una demanda extra: la de sus inversores. La compañía de derechos de los inversores Rosen Law Firm ha presentado una demanda colectiva contra la compañía representando a los inversores del estudio, que aduce que a lo largo de los últimos cinco años los accionistas fueron engañados por la compañía. Esto es debido a que Activision no descubrió los inconvenientes con su cultura laboral, pese a que a lo largo de los 2 últimos años se estaba realizando una investigación activa por la parte del Departamento de Residencia y Empleo Justo de California. Entre los hechos que los inversores afirman que fueron escondidos por la parte de la compañía, están la «discriminación a las mujeres y a los empleados de minorías étnicas», la «cultura extendida de acoso, discriminación y represalias daría sitio a graves deterioros en las operaciones de Activision Blizzard»; y que, a resultas de lo precedente, la compañía estaba «n mayor peligro de escrutinio y cumplimiento regulativo y legal, incluyendo el que tendría un efecto desfavorable importante».
La nueva más reciente en lo relativo a la demanda es el la marcha de algunos de los patrocinadores de la Overwatch League, la liga profesional de deportes electrónicos dedicada al juego. Coca-Cola, Kellogg’s, State Farm y T-Mobile, los 4 mayores anunciantes de la competición, han decidido retirar sus campañas. La salida de Kellogg’s va a ser terminante, al tiempo que en el caso de las 3 sobrantes han pausado el pacto de patrocinio a la espera de tomar una resolución en el futuro, seguramente en función de de qué forma se desenvuelva el trascurso de la demanda a Activision Blizzard.

Probablemente todavía queda mucho para conocer una sentencia sobre el caso, y proseguirán saliendo nuevas noticias esenciales respecto a este tema, con lo que este artículo va a estar en incesante actualización.