Uno de los elementos más esenciales de la saga Zelda siempre y en toda circunstancia han sido sus mazmorras. En Ocarina of Time hallamos las primeras mazmorras en 3D de la saga, lo cuál supuso un reto técnico sin precedentes. Y, como no podía ser de otra manera, la música se amolda a esa nueva activa aparte de ocultar curiosidades bien interesantes que pasaremos a contaros en esta cuarta parte (tenéis las precedentes aquí).
El interior del Árbol Deku
Uno de los temas más refulgentes de la banda sonora de Ocarina of Time a nuestro enteder es la música que nos acompaña mientras que exploramos las supones del guardián del bosque.
Esta pieza es la primera que acompaña a una mazmorra, que no deja de ser un tutorial. Es una pieza muy sosegada, que alienta a la relajación. Podríamos describir el timbre del instrumento utilizado como un “órgano cuyos cilindros son cañas de bambú” y que reflejan a la perfección el color y sonido de la madera. Para Koji Kondo era fundamental representar el sitio con la música de la manera más atinada posible, y esta pieza es un claro ejemplo de ello. Aparte del instrumento escogido, la armonía de la pieza es muy evocadora. Podríamos considerarla prácticamente un intento inocente de obra espectralista, puesto que toda la obra consiste en la exposición de notas del fantasma armónico de Si (B), si bien verdaderamente empieza con la quinta (F#) esto es y para los expertos, una segunda inversión. Teniendo presente esto, las primeras notas del fantasma armónico de B serían:
En la pieza, esas notas aparecen de forma no compagina y el acorde resultante es el que está contenido en el círculo colorado.
Para ver más claro el género de obra, podemos examinar su espectrograma:
Para los que no sepan interpretar un espectrograma, las zonas de color caluroso son el principio de cada nota. Los colores más fríos son la cola de esas notas, sus resonancias. El espectrograma se lee de izquierda a derecha. Podemos estimar como la pieza se estructura en 4 bloques (los 4 cuadrados blancos). El primero y el tercero son precisamente iguales. El segundo y el cuarto son muy similares excluyendo el final del cuarto, que prepara el loop de una manera más conveniente si bien prácticamente inapreciable, dejando la estructura en una suerte de “A-B-A-B”. La imagen del espectrograma refleja a la perfección el ascenso de las notas.
A modo de curiosidad, al estar en un gran árbol la mazmorra es vertical, algo que casa a la perfección con la verticalidad de la pieza. Es más, si examinamos el aspecto del espectrograma, del acorde resultante y la propia atrapa de la mazmorra, vemos como hay mucha semejanza.
Producto de la casualidad o bien no, la relación sonora-espacial de esta mazmorra es casi perfecta. El tema es bastante diferente a lo escuchado hasta el momento, es un soplo de aire limpio en la sonorización que el jugador ha ido asimilando, lo que es un punto esencial en el momento de apreciar explorar el sitio. La música es suficientemente “mística” para meditar y dejarse llevar por las raíces del guardián del bosque y de la piedra del espíritu.
Caverna Dodongo
Corresponde a la segunda mazmorra del juego y es absolutamente opuesta a la precedente en lo que se refiere a tímbrica. La Caverna Dodongo está formada por dos planos bien diferenciados. Un plano grave, con una tímbrica que imita una mezcla de voces con boca cerrada y sintetizador con una línea melódica que no cesa en toda la pieza, y un plano medio y agudo de diferentes acontencimientos tímbricos. Dichos acontencimientos tímbricos son interesantes y también procuran imitar determinados efectos de sonido que se integran a la perfección en la pieza. Hallamos 4 acontecimientos en concreto:
- Evento 1: Un glissando ascendiente que engloba frecuencias agudas.
- Evento: dos Un clúster de una suerte de estruendos blanco, que puede simular el rozamiento de 2 grandes rocas, provocando al jugador que la montaña está viva, tiene movimiento.
- Evento 3: Un sonido afín a unas campanas tubulares.
- Evento 4: Un sonido que nuevamente provoca rocas en movimiento, como desmoronamientos internos de la montaña.
Lo interesante es que visualmente se aprecia la estructura y planos sonoros velozmente. Las notas están sacadas de la frecuencia predominante, mas no son precisas. Si bien no coinciden 2 notas a una distancia de cuarto de tono, los tonos no llegan a ser puros y esto es una cosa que da un interés singular a la pieza.
Como podéis observar, es parcialmente simple continuar el tema observando los diferentes acontecimientos. La Caverna Dodongo, de forma resumida, es una combinación de 4 acontecimientos de determinada riqueza tímbrica y textural. Lo más interesante resulta ser lo bien que se acomoda al sitio. Indudablemente, esa adecuación es uno de los elementos más esenciales en la música de Koji Kondo y, por ende, en Ocarina of Time.
Estómago de Jabu-Jabu
Esta pieza acompaña las aventuras de Enlace en el estómago de Jabu-Jabu. No es una pieza bien interesante y de ahí que no le dedicaremos singular atención. Prosigue la activa de la mazmorra precedente, utilizando un sonido que simula el rugir de las tripas de Jabu-Jabu que nos recuerda al empleo del Acontecimiento cuatro de la Caverna Dodongo. La tímbrica es menos interesante, prevaleciendo las cuerdas que va intercambiando acordes mientras que un plano sonoro percusivo acompaña la pieza. Los acordes utilizados pueden rememorar concisamente al tan mítico efecto de sonido al lograr un ítem esencial. El empleo de estos acordes puede ser casual, mas teniendo presente que es la última mazmorra de la primera una parte del juego, es posible que dicha progresión en los acordes asista al escenario y a la percepción del jugador a intuir que está a puntito de llegar a uno de los acontecimientos más esenciales del juego: la escapada de Zelda del Castillo de Hyrule y el siguiente acceso del protagonista a la sala del interior del Templo del Tiempo.
¿Qué os ha semejado este artículo? ¿Cuál de las 3 primeras mazmorras os agradó más? ¡Estad atentos al próximo artículo!