Monólogos procedurales
Koldo Gutiérrez explora las zonas más oscuras de la creciente tendencia de entremezclar marcas, personajes y universos para crear crossovers que atraigan al límite público posible.
En el pasado E3 hubo dos anuncios que pasaron parcialmente inadvertidos entre la artillería de Microsoft: Sea of Thieves recibiría en su nueva temporada una actualización dedicada a la saga Piratas del Caribe, y Flight Simulator, a Top Gun. La compañía se asociaba de este modo con 2 potentes empresas extrañas al planeta de los juegos para agregar triunfantes franquicias cinematográficas. De este modo puede sostener vivos los dos títulos con novedades frescas y gratis mientras que amplía su gran comunidad con otro público que quizás ahora se anime a probarlos al ver a sus personajes preferidos en un medio poco frecuente.

Se trata de un reclamo muy eficiente por la parte de la compañía de Redmond, al estrenar la aguardada tercera temporada de su juego de piratas con Jack Sparrow. Esta tendencia no es nueva. Ya habíamos visto circular los vehículos de Fast & Furious en Rocket League y a Terminator en Gears cinco. Últimamente Lebron James ha aterrizado en Candy Crush para promocionar Space Jam y proseguirse embaucando al público más joven. Y Microsoft repetirá estrategia con la mayor pandemia mundial hasta el momento en que brotó la covid: los Minions llegarán a Minecraft. Mientras, Fortnite y Fall Guys han ido recibiendo infinidad de actualizaciones con todo género de cameos: Lara Croft, Aloy, Sonic, Cuphead, Kratos, The Walking Dead y hasta DJs reales como Marshmello. Hace unos años que vivimos en la temporada de los juegos como servicio y todas las compañías desean su pedazo del pastel, aun Ubisoft con el próximo Assassin’s Creed Infinity y semeja que Sony con Jade Raymond, mas esta guerra sin cuartel ha dado un nuevo paso y ahora han comenzado a emplear un arma infalible: el crossover.
Si hay un eufemismo tan anormal en nuestros días como “games as a service” o bien “socialdemocracia”, ese es “cinematic universe”. Devolver Digital, siempre y en toda circunstancia a la cabeza, lo dejó claro en su última conferencia, titulada Devolver MaxPass+ Showcase | Monetization as a Service, donde abogan por crear su Cosmos Cinematográfico. El publisher hace gala de su estilo macarra para criticar esas tácticas de la industria, si bien mismo la aplicase habilidosamente para sacar tajada en Fall Guys. ¿Recordáis? Fue el juego de tendencia a lo largo de 3 días y medio.
Marvel puso nombre cool en el cine a lo que llevaba décadas cometiendo en los tebeos. Su Iron Man de dos mil ocho salvó a la compañía y marcó el camino a proseguirse desde entonces: un meticuloso plan elaborado por Stan Lee y Kevin Feige que haría empalidecer al mismísimo Thanos. Bastaba con meter en una coctelera a sus superhéroes, entremezclarlos bien, agregarle un chorro de fanservice y unas gotas de escenas postcréditos, flamearlo para quitar cualquier atisbo de autoría por la parte de sus directivos y agitarlo todo. Voilà! El resultado es una papilla capaz para todos y cada uno de los paladares, con poco sabor mas sin estridencias y que deja con ganas de más. De esta forma, Marvel se ha transformado en la reina del cine y Disney, en la Emperadora Suprema de todo el Entretenimiento. Con la llegada de sus series primero a Netflix y más tarde a su canal de streaming la práctica se ha complejo y ahora puede tejer todavía más fino para atestar los huecos que la lentitud del cine le impedía. Un pegamento que le deja sostenerlo todo bien atado, no sea que su audiencia consiga escapar de su red.
El objetivo de este astuto plan está claro: sostener al público en ese parque de atracciones al que se refirió Martin Scorsese. Ahora los juegos tratan de imitar ese sistema, y no son exactamente remakes de Tema Park o bien Rollercoaster Tycoon. Los MM O bien siempre y en toda circunstancia han pretendido tener una vida más extendida por sus peculiaridades, mas pocos pueden proseguirse actuales por sí mismos a lo largo de prácticamente 2 décadas como WoW. Las expansiones de pago, actualizaciones gratis y el contenido temporal en datas señaladas como Halloween o bien San Valentín dejaban hasta el momento prolongar artificialmente la trayectoria de los títulos más triunfantes, mas el término de juego como servicio aspira a uno de los grandes anhelos del ser humano: la Vida Eterna.
League of Legends, Destiny, Tom Clancy’s The Division, Overwatch, GTA On line, Payday, Apex Legends, Animal Crossing y tantos otros emplean las herramientas propias del medio para atraer, sostener y retener a toda costa a sus usuarios. Una combinación alquímica de F2P (en ciertos casos), contenido gratis, actualizaciones incesantes, gamificación, micropagos y acontecimientos aparentemente esenciales para promover el FOMO, ese miedo a perderte algo y quedarte fuera de la charla con tus amigos o bien en redes sociales. La incorporación de personajes procedentes de sagas populares del cine es la guinda a esta carrera armamentística, donde cada compañía está cavando su trinchera con la esperanza de que millones de entusiastas les prosigan. Las grandes empresas se han dado cuenta de que el filón está verdaderamente en los juegos violentos y competitivos, donde lo mismo te meten un Tesla en PUBG que se estrena el tráiler de Tenet en Fortnite. Publicidad que los usuarios reciben encantados, puro product placement digital y contenido gratis corporativo.
La inclusión de Piratas del Caribe en Sea of Thieves ha añadido una capa extra a una obra que pretende separarse de la violencia frecuente en este género. No rompe el juego y ha servido para aportar ciertas novedades jugables, no solo cosméticas, que seguramente Rare ya tenía previstas cuando Microsoft le puso la licencia encima de la mesa. Si la idea marcha, quizás en un futuro veamos a Guybrush Threepwood y al capitán Jack Aubrey, que ahora asimismo pertenecen a Disney, como todo el cosmos conocido. Por desgracia, esta semeja una salvedad en lo que sencillamente acostumbra a ser un reclamo para conseguir titulares simples en webs de juegos y, claro, asimismo de cine o bien TV. La prensa-fan recibe con los brazos abiertos esta clase de contenido sin pararse a cuestionarlo. Vivimos en la temporada del fandom glorificado, de la añoranza y las referencias a la cultura pop, conque si podemos utilizar el DeLorean, KITT o bien el Ecto 1 en Rocket League,¿por qué razón criticarlo?
¿Oasis o bien espejismo?
El éxito rotundo de Marvel ha provocado que otras productoras traten de imitar su modelo: DC con la torpeza de Zack Snyder, el MonsterVerse de Godzilla y King Kong, y hasta ese Dark Universe que fracasó de buenas a primeras con La Momia en dos mil diecisiete, de la que no recuerda ni Tom Cruise. Ahora, tal y como señala Alberto Corona, Warner Bros. semeja haber tratado de hacer lo propio con la secuela de Space Jam, transformada en un simple escaparate de sus licencias juguetes. Su artículo sentencia que “estamos muy cerca de vivir en el OASIS de Ready Player One” y no le falta razón: el MMO Ernest Cline y Spielberg representa con perfección lo que están procurando hacer muchas desarrolladoras en nuestros días. Un planeta infinito en continua evolución, un enorme parque de atracciones para toda la familia donde lo mismo puedes adquirir ropa nueva que ver a tus personajes preferidos.

Las diferentes fases de Marvel, minuciosamente calculadas con tabla de Excel, no difieren mucho de las temporadas que lanzan ahora los juegos online. Grandes acontecimientos donde la figura del autor es inexistente: solo importa el logo de la marca, la compañía que lo genera o bien las IPs que lo rodean. La vieja editora de cómics tiene un largo historial de bajas entre los directivos que se negaron a pasar por el aro de sus imposiciones creativas. Algo afín ocurre con los juegos online, donde semeja no importar quién está a cargo del proyecto; sencillamente se precisa mano de obra para proseguirse trabajando en la cadena de montaje, engranajes que puedan proseguir nutriendo continuamente a la bestia para unos fans insaciables que siempre y en toda circunstancia van a demandar más Contenido. ¿Alguien sabe el nombre del directivo de alguno de esos títulos? El único conocido era Jeff Kaplan y termina de desamparar Blizzard tras 2 décadas cuando trabajaba en la secuela de su Overwatch, y ya ha sido reemplazado por un algoritmo.
Afortunadamente, hasta el momento los juegos se habían conseguido librar de los tentáculos de Marvel. Sus tibios intentos habían salido rana, excluyendo ese Spiderman que tiene más de Sony que de Disney. Tal vez llegue el día que la megacorporación cree su MMO. Algo como la combinación terminante de Marvel vs. Capcom, Kingdom Hearts y Star Wars Battlefront con el errado Marvel Heroes; una fusión de su infalible modelo cinematográfico con las oscuras técnicas de los juegos como servicio. Entonces, como augura Alberto Corona, se va a hacer realidad Ready Player One, mas no va a ser un oasis, sino más bien un espejismo. Ya no necesitaremos solamente para jugar o bien para poder ver. Ni para vivir. Va a ser el parque de atracciones absoluto, un Primavera Sound virtual por el que todos vagaremos eternamente, montados en un Tesla, acompañados por Mickey Mouse, Jack Sparrow, Han Solo y John McLane mientras que suena Heaven Is A Place On Earth con rumbo a un concierto de David Guetta ya antes del que proyectarán el nuevo tráiler de Dune. ¿No es fantástico?