The Birds (mil novecientos sesenta y tres): La última obra magistral de Hitchcock


Con The birds no concluye la lista de grabes del excelente directivo británico Alfred Hitchcock, en tanto que después le siguieron: Marnie (mil novecientos sesenta y cuatro), Top Curtain (mil novecientos sesenta y seis), Topaz (mil novecientos sesenta y nueve), Frenzy (mil novecientos setenta y dos) y Family Plot (mil novecientos setenta y seis). No obstante, es considerada como su última obra magistral. El largo contó con las actuaciones de Tippi Hedren, Rod Taylor, Jessica Tandy, Suzanne Pleshette, Veronica Cartwright, entre otros muchos. Como era frecuente en Hitchcok, la película es una adaptación de la novela homónima de Daphne du Maurier.

En efecto, tras el éxito rotundo de Psycho (mil novecientos sesenta), la presión para Hitchcock fue medrando. Ya no se trataba únicamente de hacer un enorme filme, sino más bien de imitar o bien superar la calidad de su precedente largo.

Todo empieza con el poco afortunado encuentro que tiene Melanie Daniels (Tippi Hedren) con Mitch Brenner (Rod Taylor) en una tienda de aves. Él, lejos de ceder a los encantos de Melanie, la trata con indiferencia. Ella, que no está acostumbrada a que la traten de esta manera, encarga unos periquitos con el objeto de llevarlos a la casa de la madre de Mitch, en Bodega Bay. Ni bien llega al sitio, los pájaros de la zona se volverán violentos y, poquito a poco, adoptarán comportamientos asesinos contra la gente del pueblo. La catástrofe empeora con el pasar de las horas.


Esta historia es ‘engañosa’ en lo que se refiere a la prioridad de los acontencimientos. Pareciese que la trama primordial radica en un desaire cariñoso entre los personajes de Hedren y Taylor. No obstante, es el anormal comportamiento de las aves lo que verdaderamente debería captar la atención. Hitchcock plantea aquello desde el inicio: la espléndida escena de apertura se da en una tienda de aves llena de diferentes especies. El local está esencialmente compuesto por jaulas para pájaros de múltiples formas, colgantes o adheridas a la pared. Desde allá se puede intuir que estos animales van a tener un rol esencial en el desarrollo de la trama.

Y aunque el guion trabajado por Evan Hunter ya era bastante perturbador, Hitchcock fortaleció las emociones recurriendo a parciales torturas sicológicas contra sus actores. Su ‘víctima preferida’ fue Tippi Hedren, a quien encerró en una habitación con aves reales para grabar una de las escenas cimas de la película. El día de hoy esta clase de conductas es enormemente reprobable. Sin embargo, para Hitchcock era una rutina precisa en la busca de la perfección. Exactamente, este anhelo por la estética ideal lo llevó a probar con la tensión de los silencios y con animales verdaderos en ciertas increíbles. secuencias.

The birds es considerada un baluarte artístico. La Biblioteca del Congreso de USA la rotuló “cultural, histórica y estéticamente significativa”. Además, le valió un Globo de Oro a Tippi Hedren y una nominación a los Premios Óscar en la categoría de Mejores Efectos Visuales. Además de esto, la taquilla le fue favorable: se colectaron 11.400.000 dólares americanos sobre un presupuesto de 3.300.000 dólares americanos.


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